viernes, 28 de agosto de 2009

La guerra de los que no son hinchas

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El idioma castellano es bellísimo. Pero por La Plata consideran que una letra del abecedario es muy peligrosa: la Hache, más cuando la acompaña el apellido Alonso. Saben de lo que hablan: Omar Alonso, el Hache, líder de la barra Pincha en dos períodos (93/95 y 00/04) sale hoy de prisión y va por todo. Tanto, que en su última salida transitoria estuvo en el Country de City Bell reunido con un referente del plantel para establecer condiciones. El Hache conoce el lugar: jugó en Inferiores de Estudiantes, de volante, junto a Palermo y Verón.
Para conseguir su objetivo, Alonso armó un grupo con ex presidiarios y sumó barras de Argentinos Juniors liderados por Diego el Karateca, a quienes tentó con un negocio que dicen en La Plata, deja hasta 30.000 pesos por partido. Por este botín hay otros dos grupos en pugna. De un lado está la fracción oficial, La banda del Túnel, cuyo líder, Fabián Giannotta, cabo exonerado de la Bonaerense, cayó en prisión hace dos semanas y pasó el mando a sus secuaces Diego Martínez y Gustavo Mastrovitto, que en el debut del Apertura no pudieron hacer efectiva su jefatura ya que los micros que los llevaban junto a 70 barras a Arsenal fueron requisados, se halló un arma y no pudieron seguir.
La otra banda que quiere el poder se llama Los Leales, expulsada de la tribuna desde 2006 cuando Giannotta les arrebató la barra. A éstos los lidera Pablo Cabrera, jefe del 96 al 99 y segundo del Hache después, quien hoy está enfrentado con Alonso. Cabrera hizo su rentrée con todo el sábado pasado, llevando 180 barras al Viaducto.
La olla está por estallar. Porque se sabe que quien domine la tribuna el sábado, se quedará con todo. Y los tres grupos dicen estar listos para la guerra. El Coprosede piensa aplicarles derecho de admisión a 90 de ellos para pararla. Por el bien de todos, ojalá lo logre y haya paz.

En la cocina del Campeón de América, algo huele mal. Y no se trata de una cuestión deportiva. El plantel, en este caso, poco tiene que ver con lo que ocurre del otro lado del alambrado, del otro lado del foso, como ocurre en el Ciudad de La Plata. En la víspera del clásico de la ciudad, un grupo de hinchas caracterizados de Estudiantes volvieron a equivocarse. Y se notó a la legua. No sólo por los métodos. ¿Qué le podían reclamar a sus jugadores? ¿Ser campeones del Mundo?
El plantel de Estudiantes se juntaba en el Country de City Bell al mediodía. El entrenamiento se haría rato más tarde, después del almuerzo. Pero cuatro hinchas se acercaron hacia la zona mixta, al costado de la cancha 1, donde se realiza habitualmente la atención a la prensa. Hubo un diálogo, muy por arriba, con los jugadores. En malos términos, según trascendió. A la práctica estaba llegando Juan Sebastián Verón, quien había sido alertado por un compañero de lo que estaba pasando en el Country. La Bruja no llegó al entrenamiento y se dirigió a la Comisaría para hacer la denuncia. El jugador arribó a City Bell con tres patrulleros, lo que motivó la salida de los barras. Al rato, fueron detenidos. Entre ellos se encontraba el Hache Alonso, quien ayer salió de la Unidad 19 de Ezeiza y estaba bajo libertad asistida... Así no va. Por suerte, Juan Sebastián Verón estaba alertado de lo que podía suceder y contó con la Policía a favor de la seguridad del grupo.
Marcelo Adrián Peña, abogado defensor de Alonso, realizó declaraciones radiales y aseguró que "no tuvo contactos de nada" y que "desconocía" lo que había sucedido. Además, indicó que su defendido "no va a concurrir al estadio mañana" y que "le consta que no va a provocar inconvenientes". Algo lógico, si continúa detenido. "No hay que meter ruido sucio. Era muy factible que algo iba a rumorearse. Si él cometió un delito, lo pagará con la Justicia", acotó.
Los hinchas (comunes) ya tomaron partido en la interna del León. Se notó el fin de semana pasado en Sarandí. Hicieron un hueco en la tribuna visitante de Arsenal y gritaron "váyanse todos...".

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